"En un pasado muy, muy lejano..."
Antes
incluso de que Silary[1]
dejara de brillar los Yradris ya eran una raza de cazadores nómadas que
habitaban el continente de Räelys.
Räelys,
es un continente de origen volcánico en su mayoría compuesto por obsidiana, por
ese motivo recibe el sobrenombre de “Tierras negras”. Debido a su alto índice
de sulfuro en el aire, apenas hay vegetación. Sin embargo en Räelys hay miles
de cuevas, un suelo muy rico en minerales y muchos hongos y grandes mamíferos
que han sido el sustento para su población durante miles de años.
Se
tiene poca constancia del origen de los Yradris, la palabra en sí viene de un
antiguo dialecto y significa “Nacidos bajo el fuego”. También se sabe que antes
de la escritura u otras artes los Yradris ya dominaban la orfebrería, la
joyería o el temple de los metales. Quizás fue ésta última e importante
disciplina lo que permitió sobrevivir tantos años a esta raza de nómadas
cazadores al enfrentamiento con las terribles bestias que habitan las estepas
de fuego y magma.
Dado
que se trataba de una raza de nómadas en su mayoría, solo fructificaron unos
pocos asentamientos, los más destacados Arastor y Zaadom.
Zaadom,
la cuidad oculta, se trata de una cuidad construida bajo la roca con miles de
túneles laberínticos enlazados entre sí.
Arastor,
una ciudad portuaria, fue arrasada por un maremoto causado tras el cataclismo
que aconteció a Silary.
Apenas
hay registros de ese cataclismo, no se sabe el como y el porqué, sólo
añadir que en un momento determinado Silary, uno de los tres soles que forman
este sistema de astros y planetas, se apaga, y a partir de ese momento empiezan
a suceder cambios cataclismos en Terra[2].
Arastor,
uno de los principales asentamientos Yradri es engullido por el mar y apenas
unas pocas familias con sus esclavos consiguen sobrevivir.
Estas
familias fundan la ciudad de Tarsis en el continente de Quel’thör (Viene a
significar algo similar a tierras verdes, por sus numerosos bosques).
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