El
emperador Arcanos lanza varios edictos y recluta a cuantos miembros puede entre
las familias nobles con el “Don” para
poder entrenarlos personalmente y hacerlos miembros de su guardia personal.
Además
funda una organización conocida como “La Cábala” a la cual presta varios de los documentos
encontrados en Lázaro. La finalidad de “La Cábala” es dar con aquellos con el “don” entre el
pueblo llano, reclutarlos aunque sea de manera forzosa y entrenarlos.
Para
no entorpecer el crecimiento de Tarsis, y por comodidad, Arcanos mueve su corte
a Yrilrem, aquella ciudad en crecimiento donde aprendió tanto de Maraxus,
situada a orillas del Lago Riathelis y mas o menos centrada en el continente de
Quel’thor.
Sin
excepción todas las ciudades rinden pleitesía a Arcanos y lo reconocen como
Emperador, sin necesidad de guerras internas Arcanos une a todos los reinos
Yradris bajo una promesa, Tierras, riquezas y poder más allá del que sus mentes
pueden alcanzar.
Arcanos
ya ronda los cuarenta y tantos años, aun no han aparecido canas en su pelo,
aunque sí que posee algunas arrugas de expresión, sus ojos son de un color
dorado intenso que parecen brillar por ellos mismos en la más oscura de las
noches, todo está preparado, su ejercito ha sido formado adecuadamente, han
aprendido hechizos y forjado nuevas armas y armaduras, esos libros traídos
desde la Torre
de Kisum’Dar habían dado un conocimiento y poder inimaginables a Arcanos y los
suyos.
Era
hora de que la bestia de guerra Yradri diera su primer mordisco y el plano
elegido era Arcadia, un plano habitado por los Ysshieh, una
raza de seres neutrales duchos en las artes arcanas y que valoraban el
conocimiento por encima de todo.
Primer
paso: Arcadia
Arcadia
fue un plano que se conquistó sin violencia, Arcanos apareció con su poderoso
ejercito preparado para combatir, sin embargo muy dispuesto a parlamentar.
Los
Ysshieh, señores de Arcadia ansiaban tanto el conocimiento como el propio
Arcanos y este no dudó en adoctrinarles en los conocimientos que ya poseía. Ni
los Yradri veían en los Yssieh a un enemigo ni los Ysshieh a los Yradri como
unos conquistadores.
Ambos
colaboraron desde un principio, pronto una delegación numerosa de Ysshieh,
incluido un Aun’ (Señor inmortal y
gobernador entre los señores Ysshieh) viajó a Terra, allí Arcanos les cedió
terreno mas que suficiente para formar una colonia (la cual llamaron
Sorcerian). A cambio de acuerdos y de que los habitantes de Arcadia vieran a
Arcanos como un líder más de entre los suyos.
Arcanos
fue recibido por los siete Aun’, señores inmortales, los cuales le alabaron,
vieron su poder, su destino y lo que les aguardaría si no cedían ante sus
demandas, solo el carácter del emperador sirvió para rendir todo un plano.
Guerra
total: Dominaria
Dominaria
fue todo lo contrario a Arcadia, desde un principio los líderes tribales Ordos se
mostraron recelosos.
“Si
la montaña no se inclina ante la furia del viento y la tormenta, cual altos y
fuertes sean sus relámpagos, porqué nosotros hemos de hacerlo”
Esa
era su máxima, los Ordos estaban formados por cuatro castas diferentes;
-La casta de los Shau’din, nacidos
durante el ciclo solar de Oldine, también conocidos como los que nacen al alba
se consideran los guías de su pueblo y líderes.
-La casta de los Namid, nacidos
durante el ciclo solar de Lerentha se consideran los más fuertes entre los
clanes, son guerreros feroces e incansables.
-La casta de los Orenda, nacidos
durante el ciclo solar de Silary, son los menos numerosos entre los Ordos, pero
al igual que los Yradri ellos pueden viajar entre planos, solo que al plano al
que ellos pueden viajar se conoce como el plano de las sombras, un plano oscuro
y devastado, habitado por unas criaturas similares a las que se encontró
Arcanos en su segundo viaje a Lázaro y que según ellos tienen entendido dirige
con mano de Acero una diosa conocida
como Drana as Dranar (Hiladora de Hilos).
-La casta de los Inali, nacidos
durante la noche, hijos de la oscuridad, audaces y veloces, son altaneros,
rebeldes, pero también muy valientes.
Algunos
Yradri también conocían el plano de las sombras, habían viajado a el, pero
volvían recelosos, algunos se habían vuelto traidores, y otros locos, era uno
de los planos a los cuales Arcanos había prohibido viajar por un decreto por
carecer todavía del poder suficiente para controlar las radiaciones que
producía, además en los libros de Kisum’Dar avisaba claramente de su peligro.
Las
guerras por Dominaria fueron numerosas y sangrientas, los ordos tenían una
clara ventaja, sabían su terreno y podían percibir la llegada de las tropas de
elite Yradris con suficiente antelación como para emboscarlos, y cuando se
veían en desventaja huían hacia el plano de las sombras impidiendo así a los
Yradris contar con su mejor baza, el factor sorpresa.
Mientras
la guerra se recrudecía en Dominaria, Arcanos en Yrylrem trazaba nuevos planes
y estrategias junto a sus lugartenientes.
Finalmente
Arcanos decidió arriesgarse se la jugó usando la estrategia que menos le
gustaba, dividir fuerzas y asaltar el plano de las sombras a la vez que puntos
estratégicos en Dominaria, su idea era acabar con los todos los Orenda posibles
y privar a los Ordos de esa ventaja.
Sin
embargo en una de las refriegas capitaneadas por el propio Arcanos se vio
envuelto en una emboscada, pero no por Ordos, si no por seres con los que ya
había luchado con anterioridad.
-¿¡Sirvientes
de Kisum’Dar!?
La
batalla conocida como la batalla en las sombras pilló a Arcanos y a ciento
quince de sus mejores hombres en el plano de las sombras.
En
mitad de una refriega tanto Ordos como Yradris fueron sorprendidos por un
numero ingente de sirvientes de Kisum’Dar, ambos bandos tuvieron que dejar su
enemistad a un lado y colaborar por sobrevivir, muchos cayeron, sin embargo
Arcanos sobrevivió y además de pactar un alto el fuego temporal se hizo con un
hechizo muy poderoso encontrado entre los restos del que parecía el líder caído
de aquellos espectros.
Arcanos
aun tardaría varios años en rendir el
plano de Dominaria, antes tomaría el plano de Mirari.
Con
el poder de los Daglas (señores de Mirari) Arcanos ya tendría el poder de
combate suficiente como para rendir a los Ordos, se reunió con los clanes supervivientes, los Tordruk,
Kazzak, Zeng, Urgaz, Orum, Qarm, Rastig, Gromm, Bear, Vashh y Voldrek, pero la
paz no salió barata para ninguno de los bandos.
Los
Ordos perdieron muchos de sus iguales y muchos de los más jóvenes y fuertes
entre los clanes tuvieron que exiliar obligados a Terra y buscarse la vida en
las tierras áridas de Karim’Dor (al norte de Quel’thor), los más ancianos se
quedaron en Dominaria junto a los tullidos e incapacitados y fueron sometidos a
un régimen de “restricción de la reproducción” obligando a controles sobre los
neonatos, ellos podrían mantener sus posesiones, gobiernos y creencias, pero
deberían respetar la supremacía de los Yradri y aceptar a Arcanos como supremo
emperador.
Por
el otro lado dos tercios de los Caminantes fallecieron en las guerras de
Dominaria, y el número de sus tropas seguía menguando.
A
Arcanos no le quedó otro remedio que lanzar un edicto el cual permitía a “La Cábala” cualquier tipo de
experimentos para fomentar el despertar del don entre los Yradri. Y donde la
naturaleza había fracasado, “La
Cábala” halló una solución.
Nuevos
Aliados: Mirari
Hace
miles de años los visionarios Daglas previeron que una raza de guerreros los
destruiría y que su única salvación era destruir el sol de Silary.
Sin
embargo fue despertar Silary lo que despertó en don en los Yradri.
Cuando
los primeros caminantes llegaron a Mirari hubo mucho revuelo.
Algunos
Daglas lo tomaron como una señal cataclísmica y otros como una oportunidad.
La
casta de visionarios que gobernaba a los daglas era vieja y seca, anclada en
las glorias del pasado, cuando la dinastía Dagla gobernaba el universo, sin
embargo los Dagla habían perdido ese poder y sus portales no funcionaban bien
desde la destrucción de Silary.
Breve
historia Dagla:
Hay
tres soles en el cielo, sus tres dioses (Silary, Oldine y Lerentha) y tres
castas entre los Daglas. Los guerreros de Oldine (Guerreros del Sol naciente),
los Sacerdotes de Lerentha y los videntes de Silary (Hechiceros del Sol
Poniente).
Antes
que ninguna otra raza en el universo, los Daglas empezaron a guiarse por las
estrellas y de los soles obtuvieron toda su gloria y poder.
Los
videntes habían visto en sueños como viajar entre planos, y ordenaron construir
portales para viajar entre estros, esos portales funcionaban con la energía de
los tres soles.
Pronto
los Dagla conquistaron mundos enteros, pero los videntes, cada vez mas
racionales y menos emocionales empezaron a interpretar y tejer las líneas que
dibujaban las estrellas del universo.
Ellos
descubrieron que cada ser, cada sujeto, cada raza o cada civilización ya tenía
un destino escrito y que a pesar de los constantes cambios siempre era posible
preveer las consecuencias de los actos, esta mera observación y calculo de las
posibles probabilidades volvió a los visionarios arrogantes y metódicos
carentes de emociones.
Un
día uno de los visionarios quiso llegar más allá que ningún otro y discernir el
destino de su propio pueblo, su nombre era Ulth’we.
Ulth’we
predijo con un 99’999% de probabilidades, la fecha del fin del imperio dagla,
el porqué y quienes, según él, unos seres llamados “caminantes”.
Entonces
el miedo empezó a cundir entre la población, mientras un grupo numeroso de
Daglas seguían su conquista de planos más allá de los portales, sin embargo
otros empezaron a temer que a través de esta expansión de su imperio llegase a
entrar en contacto con esa raza que según Ulth’we había predicho tomaría la
tecnología Dagla y la utilizaría contra ellos para destruir su imperio.
A
los Daglas sólo les quedó una solución posible, destruir Silary, según las
profecías de Ulth’we y demás visionarios que le ayudaron en sus cálculos, era
el plan mas viable y con más probabilidades de éxito.
Esto
por supuesto dividió al Imperio Dagla que pronto entró en una guerra civil
perpetua que duraría hasta la destrucción de este por parte de la Calamidad Apnros.
Ignorando
a su pueblo los visionarios, casta gobernante entre los Daglas hicieron caso a
las indicaciones de Ulth’we, orientaron los portales bajo su control con
dirección hacia las coordenadas astrales de Silary y empezaron a preparar
poderoso hechizos de destrucción, protección y sellado. Todos aquellos que
atravesaron el portal en ese momento sabían que no había marcha atrás, Silary
era un sol y en cuanto llegaran al otro lado y se rompieran los hechizos de
protección morirían.
El
sacrificio no fue en vano y el sacrificio de los visionarios así como el poder
de sus hechizos de destrucción y sellado provocó una serie de reacciones dentro
del astro que acabaron por apagarlo, convirtiendo al astro en una estrella
extinta.
La
guerra entre castas prosiguió, había periodos de paz pero pronto ascendían al
poder alguna serie de Visionarios ansiosos de gloria y a la sombra de Ulth’we
que retomaban el conflicto.
Cuando
los Yradris llegaron por primera vez, Mirari ya era un plano arrasado por las
constantes guerras y conflictos internos.
Arcanos,
consciente de que su poder estaba menguando por las campañas en Dominaria,
decidió aliarse con varias familias Daglas, les ofreció numerosas tierras en
Quel’thör, (exactamente la zona de Quel’Daran, donde los Daglas formaron tres
colonias muy importantes, casi compitiendo en importancia con Tarsis o Yrilrem,
estas eran Talassar, Quelturas y Tsasbo, y más adelante y tras la guerra Civil
se formaría Tëbas).
Arcanos
pacto con las familias de los Tyr, Morguris, Döras, Acebo, Thalssarian y
Shadowgrey, las cuales además obtuvieron títulos nobiliarios y peso dentro de
las decisiones políticas que se tomarían en el consejo de Yrilrem.
Ahora
las zonas de Quel’Daran quedarían bajo gobierno Dagla y los Daglas apoyarían y
nombrarían a Arcanos como soberano y señor de Mirari.
Con
este apoyo y con una rápida campaña Arcanos no solo consiguió la victoria en
Mirari, si no que aprendió el control y uso de los portales, y los usó para
transportar más material y tropas en su campaña contra Dominaria.
Casi
simultáneamente había llegado el final de la guerra en ambos planos y a estas
alturas Arcanos era ya conocido como Emperador de Terra y Señor de todos los
planos. Aun así aun quedarían todavía casi treinta años más de campañas para
llegar a la conocida como la época de paz o la época dorada.